Diario de una escritora de novela lésbica #9

En «Todos los besos que no di», el personaje principal se desdobla en el tiempo.

En «Una estrella danzante», la prota se desdobla en varios personajes para llevar a cabo su misión.

«Nico, por favor» es un propio desdoblamiento de mi yo universitario.

Vidas no vividas.

El otro día escribía que ser escritora es un poco ser esquizofrénico. Ahí ya me di cuenta de que una enfermedad no era la palabra para describir esto, pero como escribo a vuelapluma, no le di más vueltas.

Ahora sé que lo que mejor encaja es la palabra actor. Actriz, en este caso.

Decía Pedro Almodóvar que «un buen director de cine debe ser un compendio de frustraciones». Un escritor frustrado, un actor frustrado, un arquitecto frustrado, un artista frustrado.

Quizá para ser escritor también debas ser un compendio de frustraciones, de vidas no vividas pero acumuladas como un poso en el estómago que debas sacarlas de alguna manera antes de que se conviertan en bilis.

Novelas referenciadas:

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